domingo, 24 de octubre de 2010

Roles.

Llamalo rol, ideal, personalidad...
Cuando eramos pequeños asumiamos la personalidad de piratas, vaqueros, princesas, reyes...
Desde nuestra olvidada y mas o menos lejana infancia, jugamos a ser todo aquello que no somos. Un juego que con el paso del tiempo va tomando una perspectiva mas seria, mas confusa quizás, pero que no desaparece.
La madurez, el cambio, están en como esos roles van tornandose ideas mas entremezcladas con la realidad. Adquieren incluso una utilidad. Es imposible asumir un estado que no tenga cabida en la sociedad moderna. Pero existen infinidad de ellos que sí.
Nos separan, por ejemplo, cuando estos roles no pueden coexistir entre sí, por ejemplo si de pequeños soñabamos ser un malvado pirata y alguien nos cortaba el rollo diciendo que "era" spiderman. (Aunque reconozco que en aquella época todo era posible).
Nadie es tan rival nuestro, como aquel que quiere acabar con nuestra utopía imaginaria.
Tambien nos unen en cierto modo.Por ejemplo, yo ahora asumo la personalidad de alguien que podría decirse escritor, que sabe lo que dice. Bien, seguramente el escritor asume esa misma idea. Incluso nos une como enemigos, pues todo lo que creemos ser tiene en su mayoría de las veces algo que podría ser un archienemigo. Y eso nos encanta.
Cuando nos comunicamos entre nosotros, es importante tomar el control de un rol que nos permita hacernos entender, que funda los mundos de "robots, piratas, ninjas" y demás.
Realmente, lo importante no es cual de todas las elecciones posibles tomemos, sino de lo bien que interpretemos el papel y sobretodo que sea creible.
Recuerdo con nostalgia mi niñez cuando llegaba a mi casa, despues de haber sido decenas de personalidades diferentes al día y caía entre las sabanas rendido, volviendo a ser yo, un niño, intacto y vencedor. No olvidemos, para nosotros mismos, que todo esto son guiones improvisados, y que cuando cae la noche volvemos a ser nosotros, trozos de carne vulnerables a cualquier trivialidad.